hermana, hermano, queridos, 

El día 02.02.2020 marcará un antes y un después en nuestras vidas, aun no sabemos exactamente porqué pero es así! Se ha abierto un portal dimensional de tremenda potencia al nivel universal, una dimensión de luz de amor desde el corazón de madre Tierra al corazón de nuestro universo. Se ha activado un octaedro gigante cuya misión es irradiar la vibración de amor que llega desde la profundidad de GAÏA al mar del golfo de Cádiz . Tanto la ciudad intraterrena  (que custodia el portal y el cristal octaedro) como el pueblo de Chipiona son ciudades de luz amatista por la presencia de numerosas pirámides y piedras de amatista. 

El domingo 2 de febrero hemos vivido una gran celebración y un gran re-encuentro de hermanos. Nuestro corazón y nuestra alma sabían que POR FIN había llegado el momento y que pronto ya nada más sería como antes...(solo un poco más de paciencia...).Para evitar perturbaciones, la activación del cristal octaedro ha ido poco a poco  (en principios hasta el 26 de febrero según la canalización de Maribell Gil).

Las aguas y las playas  de Chipiona son las primeras que se benefician de la vibración de puro amor y pura luz  proveniente del octaedro gigante. La sanación llega a través del agua especialmente adonde se encuentran los portales de energía de la laguna milagrosa y del punto 0. Allí os invito a recibir el bautizo del amor, entre cielo y tierra, entre divino y humano, para despertar o potenciar vuestra semilla cristica y vuestro multi-universo cuántico....Gracias. Gracias. Gracias.

Manuela Gonon (Lua) el 26 de febrero de 2020

De Luis Rodríguez el día 3 de febrero:

Buenos días. Os comparto el mensaje que me llegó ayer durante la meditación en la Cruz del Mar, por si os resuena. Gracias a tod@s por vuestra Presencia. Amor.

"Los atlantes heredaron de los lemurianos el conocimiento de cómo trabajar con los cristales y, más concretamente, cómo utilizarlos para almacenar información acerca de su civilización, ya que en aquellos tiempos no existían libros ni se usaba papel. Las bibliotecas atlantes estaban formadas por cristales de cuarzo que aún se pueden encontrar bajo el mar.

Existe un enorme cristal intraoceánico que sostiene la vibración de las aguas del planeta y con el que podemos conectar siempre que así lo deseemos. En realidad, gran parte de lo que hoy es tierra firme, hace millones y millones de años estaba bajo el fondo del mar. Todos y cada uno de los cristales que salen a la superficie y llegan a nuestras vidas no son sino, en realidad, pequeños fragmentos de un gran Cristal Intraoceánico de billones de años de antigüedad. Cada uno de esos pequeños fragmentos contiene una pequeña, ínfima parte de toda esa información almacenada por las primeras civilizaciones de poblaron nuestro planeta, Lemuria y Atlántida. Llegan a nuestra vida para ayudarnos a recordar, porque tienen algo que compartir con nosotros. Es incluso posible que fuéramos nosotros mismos, sus guardianes, los que utilizáramos estos cristales en nuestras vidas atlantes y lemurianas para almacenar información y ahora vuelven a las mismas personas que usaron esos cristales en aquel momento. Ningún cristal llega a nuestras vidas por casualidad. 

Desgraciadamente, la cultura atlante abusó del conocimiento que tenían sobre los cristales y ese abuso se volvió en su contra. Hoy, los delfines vienen a recordarnos los errores pasados para ayudarnos a evolucionar hacia una nueva etapa de esplendor planetario. Ellos nos enseñan la importancia de volver a ser como niños, de reclamar la impronta de nuestra inocencia primordial, a la hora de utilizar los cristales. Como seres neutros que son, los cristales nos devuelven, amplificados, lo que proyectemos sobre ellos. No tiene nada que ver con el poder, no tiene nada que ver con el lucro. Los delfines vienen a llevarnos de vuelta a la casa de nuestro corazón, de manera que podamos, desde esa pureza, hacer un uso consciente de los cristales que nos ayude a rescatar el conocimiento legado por Atlantis y Lemuria y avanzar aprendiendo de nuestros errores hacia una nueva Edad Dorada. No es casualidad que esta Era se denomine de Acuario. Es prioritario sanar las heridas del Masculino y el Femenino y avanzar en unidad.  

¿Y por qué el mar? El mar guarda las memorias de quiénes éramos y de quiénes somos. El sonido del mar es, en sí mismo, una geometría que nos alinea con nuestra naturaleza divina. Las aguas del Océano nos invitan a mirar en lo más profundo de nuestras emociones, y nos recuerdan que, siempre que nos sintamos mal, sólo tenemos que volver al mar para sanarnos con el arrullo de sus olas. En el mar está nuestro bálsamo. Cada uno de nosotros tenemos a un delfín personal con el que podemos conectar siempre que lo deseemos. Existen en un plano etérico. Algunos tienen incluso su propio nombre! Existió un momento en los albores de la Humanidad en donde todos los corazones latían al son de una misma canción, en Hermandad. Y es a través del mar que nos llega esa canción, transmitida por la gran Ballena Madre, depositaria de toda la sabiduría galáctica del mar."

Chipiona, 10 de diciembre del 2020

Han pasado 10 meses desde ese gran evento. Meses únicos, inolvidables y muy especiales. Justo cuando la Tierra asciende, cuando se eleva en una dimensión de amor, llega una ola de miedo y de pruebas. De eso se trata, la dualidad, la luz y la oscuridad hasta que la luz abrase la sombra en una llama de amor. El amor lo transmuta todo. La activación del gran cristal de amor de Cádiz es una parte de muchos trabajos llevados por miles de hermanos en todo el planeta durante décadas para ayudar al planeta a ascender. Este año estamos en la recta final, los últimos momentos del gran parto cósmico. Vivimos los últimos obstáculos. La luz ha ganado ya. la Tierra ha ascendido ya y en sus últimas contracciones nuestra madre GAIA con la ayuda de padre SOL nos lleva hacia la liberación de nuestro ser humano, hacia la revelación de nuestro ser divino , hacia la dimensión de luz de amor. 

El día 02.02.2020 fue una verdadera celebración. Cuando miro las fotos veo luz, sol,  alegría, arte, amor,  inocencia, abrazos, hermandad. Nuestra alma estaba esperando ese gran momento. Nuestro ser sabía. Yo convoque a 20 hermanos y llegaron 120! Fue el reencuentro de una familia de almas , con hermanos del más allá y otros  del más acá. Por fin nuestro cristal volvía a nacer y nosotros también. Octaedro memoria de civilizaciones antiguas pero sobre todo gran cristal expresión del amor de nuestra madre Tierra. Nosotros volvimos a nacer en el amor crístico con la bendición de nuestros hermanos mayores, de los elementos de la naturaleza, de los elementales y de nuestro padre Sol.Un nuevo nacimiento, un bautizo del amor, una comunión celeste, una fiesta cósmica para nuestro ser divino. Hoy aprendemos a caminar guiados por nuestra chispa divina, nuestra intuición, nuestro corazón. Se apaga el mundo exterior, se enciende nuestra llama interna. Cada día aconsejo buscar la frecuencia del amor divino gracias a una meditación, una afirmación, una oración o un simple deseo. Según el libro de oro de Saint Germain,cada día al levantarnos reconocemos la presencia divina “Yo soy” en nosotros, la bendecimos, la honramos y ella nos guía a lo largo del día. 

hoy 10 de diciembre del 2020 estamos todavía en plena tormenta. Sabemos que con cualquier prueba hay que mantener la fe, la esperanza, la confianza y el amor, primero para nosotros y luego para los demás.Siempre, siempre, después de la tormenta, viene la calma.... paciencia, paciencia, paciencia…pronto volveremos a encontrarnos en el espigón de la playa Regla o abajo del Faro de Chipiona.

Durante la gran celebración del 02 de febrero del 2020 éramos niños, habíamos recuperado la inocencia de la niñez, solo era alegría y gozo. Se nos había olvidado el miedo. Lo habíamos dejado en casa…! Nuestra esencia es pura luz y puro amor. Gracias a la vibración del gran cristal de amor, a las energías del mar, a la presencia de los hermanos ( encarnados, invisibles y cetáceos) , éramos eso, luz y amor. Cuando nos dejamos guiar por nuestro corazón, por nuestro faro interno, no hay mente, no hay miedo.

Como os dije ese día, somos luz en la oscuridad, somos el faro que protege, guía e ilumina. Durante las noches oscuras de confinamiento sólo se ve el faro de Chipiona cumpliendo su misión. Nosotros tenemos la nuestra. Pronto nos volveremos a ver abajo del faro de Chipiona (entre febrero y abril 2021). Empezaremos con la parte más ilusionante de nuestra misión. Eso sí con mucho pero MUCHO que hacer. No vamos a dar abastos pero seremos felices, alegres e inocentes.

Manuela Gonon

Extracto del libro de Andrés Linares: Punto 0. Introd. Marketing Espiritual 7.0. 2ª Parte.

La primera parte esta a la venta.